La garantía legal de un coche de segunda mano es el derecho que tiene el comprador a reclamar al vendedor en caso de que el vehículo presente defectos o averías no declaradas tras la compra.
Si compras a un profesional, la garantía es de 3 años y puede reducirse, siendo mínima de un año por ley, aunque debe especificarse claramente en el contrato de compraventa.
En compras entre particulares, la ley protege frente a vicios ocultos (problemas graves previos a la venta), aunque no existe una garantía como tal. El plazo fijado como periodo de reclamación es de seis meses.
La garantía cubre defectos importantes ya presentes antes de la venta y que no sean de desgaste o mal uso por parte del comprador.
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