La tapa del depósito de combustible es la pieza que cierra y sella la boca de llenado del depósito de gasolina o diésel del coche.
Su función principal es evitar la entrada de suciedad, agua o aire al depósito, y prevenir fugas o evaporación del combustible.
Una tapa en mal estado puede causar olores, encender testigos de avería o incluso provocar pérdida de combustible.
