La potencia fiscal es un valor administrativo utilizado en España para calcular ciertos impuestos relacionados con el coche, como el impuesto de circulación (IVTM).
No corresponde a la potencia real del motor, sino que se calcula en función de parámetros técnicos como el número de cilindros, el diámetro y la carrera del motor.
Aparece en la documentación del vehículo y es relevante a efectos fiscales, pero no indica el rendimiento del coche.
